Durante muchos años, los profetas han aconsejado a las familias apartar una noche a la semana para tener tiempo juntos, aprender y divertirse. Muchas familias de todo el mundo siguen ese consejo y buscan tiempo en sus horarios muy ocupados para tener sus noches de hogar.
Con el fin de fortalecer a la familia y el testimonio personal, los padres guían a sus hijos en las lecciones, las canciones y al orar; además comparten con ellos lo que sienten que la familia necesita en ese momento.
“El criar a los hijos es un trabajo arduo”, dijo Darren E. Schmidt durante una clase en la Semana de la Educación en la Universidad Brigham Young. Es por eso que el tiempo juntos como familia es fundamental para incrementar el testimonio y fortalecer la relación.
El hermano Schmidt, maestro de seminario, compartió principios e ideas para mejorar las noches de hogar y el estudio de las Escrituras, al centrarse en elementos sencillos y prácticos para enriquecer el tiempo juntos en familia.
1. Ser constante
“La noche de hogar no tiene que ser perfecta; sólo ser constante”, dijo.
Para muchos padres, la frase “calidad sobre cantidad” se aplica a la noche de hogar, pero existe un riesgo en eso, dijo el hermano Schmidt. Es la combinación de calidad y cantidad que será más eficaz para una familia. Aunque sea importante planear y prepararse para la noche de hogar, la constancia es un factor fundamental.
“Es un proceso y no un producto”, dijo.
A medida que la noche de hogar se convierte en parte de la rutina familiar, los hijos esperarán sus asignaciones y responsabilidades y anhelarán con ansias el tiempo juntos.
2. Ser unidos
“Satanás influenciará a la familia, así que lo que hacemos es prepararnos para ello”, dijo el hermano Schmidt.
Una manera de lidiar con las distracciones y otras cosas que se atraviesan en el camino es por medio de la unidad. A medida que el esposo y la esposa sean unidos, ambos tendrán una función activa en la noche de hogar.
El hermano Schmidt compartió ideas de cómo dividir las tareas y cumplirlas, uno de los cónyuges está a cargo de la disciplina y el otro de que se realice la noche de hogar. En hogares de madres o padres solos, se puede pedir a los hijos mayores que ayuden en la función de liderazgo.
3. Hacer que la noche de hogar sea inspirada y que tenga un propósito

Además de las reuniones en la Iglesia, la noche de hogar es una oportunidad donde los niños aprenden los principios del Evangelio. A veces los temas a enseñar son muy claros, ya que los padres tienen ciertos principios que les gustaría repasar con sus hijos. Otras veces los padres tienen que “escoger sólo lo mejor para ellos en ese momento”, dijo el hermano Schmidt. Cuando la familia está preparada, el Espíritu puede enseñar. A menudo, en esos momentos el Señor inspirará a los padres a enseñar sobre algo que quizás los hijos tengan preguntas o que deseen aprender. Cuando los padres tengan un objetivo durante la preparación, el Señor será capaz de preparar el corazón de quienes aprenden.
4. Planear de antemano
Parte de una noche de hogar eficaz es la planificación con antelación. Por medio de una planificación adecuada, los padres son capaces de hacer participar a los hijos y de ayudarlos a prepararse.
El hermano Schmidt habló sobre la importancia de que cada miembro tenga una asignación todas las semanas, sin importar su edad. A medida que los hijos participan, podrán preparar las lecciones y aprender a buscar inspiración. Al dar asignaciones a los hijos unos días antes de la noche de hogar, ellos podrán participar junto a sus padres en la preparación de ella.
Un cuadro de asignaciones hecho en papel es una excelente manera de rotar las mismas y mantenerse organizado.
5. Ser pastor y no cuidador de ovejas
Hay una diferencia entre un pastor y un cuidador de ovejas, dijo el hermano Schmidt.
“El pastor conoce a sus ovejas y las ovejas lo conocen a él”, dijo el hermano Schmidt. “Pueden escuchar la voz del pastor y dependen de él. Vienen cuando lo escuchan llamar”.
El cuidador de ovejas puede gritarles para que lo sigan, pero le resulta difícil hacer que lo escuchen. La vida familiar es ajetreada, llena de actividades —tareas, prácticas deportivas, clases o prácticas de algún instrumento musical— por eso las familias a menudo se ven aceleradas. Un simple aviso de cinco o diez minutos antes de la noche de hogar, en vez de gritar por toda la casa, ayuda a los niños a terminar lo que están haciendo para que puedan venir a la noche de hogar y participar plenamente.
“Un aviso de cinco minutos muestra que eres respetuoso del tiempo de los demás”, dijo. “Es menos forzoso y crea un ambiente con el Espíritu”.
6. Todos deben tener una asignación
La participación llega a ser más fácil con la asignación que se da a cada miembro de la familia, incluso los niños más pequeños con la ayuda de sus padres. Al estudiar las Escrituras, asigna algunos pasajes a cada persona, a fin de que todos tengan algo que puedan leer.
“Para los niños pequeños los libros de dibujos son buenos”, dijo el hermano Schmidt; y cuando todos tienen algo para leer, se espera que participen y sigan la lectura.
En esa situación, el hacer preguntas inspiradas permite un aprendizaje y análisis más profundo. Cuando los padres están preparados, pueden seguir el Espíritu al extender las invitaciones que animan a los hijos a actuar. El seguimiento de lo que se habla es tan importante como esas invitaciones inspiradas.
“Ten un objetivo en cuanto a lo que hagas con el tiempo y el dinero”, enseñó el hermano Schmidt. A veces es una conversación sencilla lo que marcará la mayor diferencia.
La noche de hogar puede ser un tiempo para que las familias se fijen metas juntos —al cambiar y adaptarse a cada persona de la familia mientras crecen— y una buena oportunidad para reflexionar y ser responsables de sus metas.
7. Aprender
Con tantos recursos disponibles para los miembros de la Iglesia hoy en día, los padres tienen la oportunidad de buscar esos recursos para obtener ideas para las lecciones, así como respuestas a preguntas. Los sitios web como LDS.org, los materiales de la Iglesia, entre ellos el folletoPara la Fortaleza de la Juventud y los mensajes mormones están disponibles para su uso en la enseñanza y para ayudar a los padres a aprender más. Los recursos para temas que se dan con frecuencia están disponibles para que las familias hablen y comenten sobre ellos, tratando preguntas difíciles en un ambiente centrado en el Evangelio. Los niños pueden hacer preguntas y aprender en el hogar, en vez de hacerlo por medio de fuentes externas.
8. Utilizar constantemente las Escrituras
Así como es importante efectuar la noche de hogar, también es importante leer las Escrituras y centrarse en Cristo. La diversión y los juegos son buenos para las familias, pero enseñar a los hijos mientras son pequeños sobre cómo tener una relación con su Padre Celestial es el deber más importante de un padre. Cuando los padres hacen hincapié en estudiar juntos las Escrituras, pueden enseñar y testificar a medida que aprenden juntos.
“Los padres guían a las fuentes más puras de agua”, dijo el hermano Schmidt.
 
Fuente: “Ocho consejos para tener noches de hogar eficaces y exitosas” por Marianne Holman Prescott, redactora de Church News (lds.org)

[avatar] por Abish Estrada

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