Sé especial y reconoce la fuente de tu poder.
En las historietas, por lo general debes tener algún tipo de súper poder para ser un héroe (o al menos “súper” riquezas para que puedas tener “súper” artefactos y objetos que te hagan súper poderoso).
Bien, ¿sabías que como joven Santo de los Últimos Días tienes acceso a poderes que te hacen más poderoso que esos superhéroes (en especial porque ellos pertenecen a la ficción y tú eres real)?
Tú obtienes y mejoras tu acceso a esos poderes al hacer y guardar convenios con el Padre Celestial.
A continuación hay cinco de ellos.

1. Ferviente oración

Joven orando
Puede que no te permita volar por el cielo, pero con la oración puedes “[ganar] por ese don, con el cielo comunión” (Himnos, nro. 80). Piensa en los relatos de las Escrituras sobre alguien que oró con fe, José Smith, Nefi, Enós, Ana, Cornelio, por nombrar solo a algunos (véase José Smith—Historia 1:14–20; 1 Nefi 2:16;2 Nefi 4:24; Enós 1:1–18; Hechos 10). Cuando tus oraciones son fervientes, pueden suceder grandes cosas en tu vida y en la vida de los demás.

2. Fe inquebrantable

Para desatar poder real no requieres la picadura de una araña radioactiva o una mutación genética; necesitas fe. El gran aspecto sobre la fe es que no sucede por un accidente del destino o de nacimiento; es algo que puedes elegir obtener y hacer que crezca (véase élder Neil L. Andersen, Conferencia General de octubre de 2015 ). “La fe es un principio de poder. Dios obra por medio del poder, pero generalmente lo ejerce en respuesta a la fe (véase Moroni 10:7)”, (Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 123).

3. El amor puro de Cristo

Dos niñas
Quizás nunca rescates a alguien de la caída de un edificio o lo defiendas del ataque de un extraterrestre, pero con la caridad tendrás la motivación y la capacidad de rescatar a las personas que van a la deriva hacia el edificio grande y espacioso, y podrás defenderlas de los ataques del adversario. “La caridad nunca deja de ser”, es “mayor que todo”, es “el amor puro de Cristo, y permanece para siempre” (Moroni 7:46–47). La caridad no solo es una fuerza poderosa para el bien del mundo, sino que también es una de las pocas cosas que puedes llevar contigo luego de esta vida. De hecho, ayuda a que llegues a ser como el Padre Celestial y entrar de nuevo a Su presencia.

4. Humildad

Las personas con súper poderes por lo general no son muy humildes, pero la humildad en sí misma es un poder. Por ejemplo, es una parte importante para que el Señor te guíe y responda tus oraciones (véase D. y C. 112:10). Con este poder, puedes “[volverte] más y más [fuerte en tu] humildad” (Helamán 3:35). Recuerda: la humildad se relaciona con la mansedumbre y “los mansos heredarán la tierra” (Salmos 37:11; véase también Mateo 5:5).

5. El sacerdocio y sus ordenanzas

Joven recibiendo una bendición
El sacerdocio es la autoridad que Dios delega al hombre para actuar en Su nombre y usar Su poder para el beneficio de Sus hijos. No es un poder como el de la magia o la ciencia ficción; es mejor, porque las ordenanzas y los convenios asociados con este pueden ayudarte a acercarte más a Jesucristo, regresar a tu Padre Celestial y llegar a ser más como Ellos. Este funciona con su propio grupo de reglas: “Los derechos del sacerdocio están inseparablemente unidos a los poderes del cielo, y que estos no pueden ser gobernados ni manejados sino conforme a los principios de la rectitud” (D. y C. 121:36). El Sacerdocio de Melquisedec “es sin principio de días ni fin de años” (D. y C. 84:17) y en sus ordenanzas (en particular aquellas del templo) “se manifiesta el poder de la divinidad” (D. y C. 84:20).
En última instancia, el poder que obtienes de cada una de estas cosas viene de Dios. Cuando haces y guardas convenios, Él te bendice con Su Espíritu, que tiene el poder de enseñar, testificar, animar, santificar y más. Puede que estas no sean las cosas con las que soñarías como actos de heroísmo y valor, pero pueden ayudarte a hacer lo que sabes en tu interior que es de mayor valor para ti y las personas a tu alrededor.
Así que sé especial y reconoce la fuente de tu poder.

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¿A qué otros poderes tienes acceso?
 
Fuente: “Cinco súper poderes de los jóvenes SUD”, por David A. Edwards, Church Magazines (lds.org)

[avatar] por Abish Estrada

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