RESPUESTA: Queda tener esperanza.
Necesitará ejercer una titánica paciencia y confianza en el Señor, y, tal vez, incluso tendrá que esperar hasta pasar a través del velo para recibir esta bendición llamada Investidura. Alguien que no puede progresar hasta las ordenanzas del Templo debido a que el o la cónyuge no está de acuerdo, deberá orar y ayunar por su pareja toda su vida para esperar el cambio de corazón de su cónyuge; pero si aún así no cambia de parecer, deberá amar y respetar fielmente a su cónyuge y esperar en el Señor la recompensa.

El élder Russell M. Nelson enseñó que algunos miembros fieles tendrán que esperar hasta la próxima vida para la bendición del matrimonio eterno. Y el mismo principio del Señor puede aplicarse a los miembros fieles que, para mantener la paz en su matrimonio, aplazan recibir su Investidura. El élder Nelson enseñó:
“Pero, ¿qué sucede con los muchos miembros mayores de la Iglesia que no están casados? Aunque no tengan la culpa de ello, luchan solos con las pruebas de la vida. Todos debemos recordar que, en el debido tiempo del Señor, no se privará a Sus santos fieles de ninguna bendición. El Señor juzgará y recompensará a cada persona según los deseos sinceros de su corazón así como por sus acciones´”. (Russell M. Nelson, Conferencia General de octubre de 2008)

[avatar] por Fernando Illanes

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